La indiferencia: uno de los peores males
Es
fundamental para un Comunicador Social conocer la opinión de las personas para
realizar análisis y formular preguntas problema para una investigación. Así
mismo, es importante distinguir lo que se va a preguntar, cómo se va a preguntar
y por qué medios. Aprendí que hay dos formas de hacer encuestas, de formato
cualitativo o cuantitativo. El cualitativo es para descubrir hallazgos más
profundos sobre mi tema de investigación, analizando las respuestas abiertas de
las personas de forma objetiva, si es que se puede ser objetivo en cualquier
aspecto de la vida humana. Por otra parte, encontramos las encuestas
cuantitativas, que se generan especialmente para conocer datos calculables que
permitan hacer inferencias de un tema en especial. Este formato inicia a partir
de algunas preguntas base: género, edad, estudios, estrato, población, entre
otros; estos datos no son obligatorios pero si importantes. Gracias a las
innovadoras herramientas de Google, hemos aprendido a realizar este tipo de
encuestas de una forma ágil, sencilla, rápida y útil como lo demandan nuestras
exigencias dadas por la Era Digital. Así pues, dentro del formato cuantitativo
podemos encontrar los siguientes tipos de pregunta y sus respectivas
características:
- Tipo test: para marcar solo una opción.
- Casilla de verificación: se pueden elegir varias opciones.
- Elegir
de una lista: solo se elige una opción dentro de un rango de cosas.
- Tipo escala: para calificar en escala de menor a mayor sobre
algún tema.
- Cuadrícula: permite hacer un cruce entre fila y columna
generando preguntas con la opción de respuesta al lado.
Ahora
bien, teniendo en cuenta las encuestas realizadas y los resultados arrojados
con esta herramienta, voy a expresar mi opinión frente a las mismas:
La
encuesta que realicé tenía como tema central las experiencias con los
habitantes de la calle de Colombia. El objetivo principal era darle
recordación, memoria e importancia a este sector oprimido, marginado y excluido
de la sociedad; de esta forma, poder lograr que las personas reflexionaran
acerca del trato que le dan a los habitantes de la calle, que no siempre es muy
bueno.
Los
encuestados fueron en su mayoría hombres, de un rango de edad entre los 15 y 30
años. A partir de los resultados arrojados, puedo inferir algunas conclusiones
un poco apresuradas, que la mayoría de los habitantes de la calle son hombres.
¿Por qué? Tal vez porque, dentro de la cultura machista colombiana, son ellos
los más propensos a abandonar el hogar y es la mujer quien debe responder por
el mismo. Por otra parte, analizando otras respuestas, me doy cuenta de que la
mayoría de las personas le dice a un habitante de la calle que no tiene plata
cuando estos les piden; considero que esto tiene sus ventajas y desventajas.
Las ventajas es que no se fomenta ni se incita a que los habitantes de la calle
sigan en ese estado sino que busquen medios diferentes para sobrevivir si
tienen las condiciones, mientras que las desventajas son que no se genera un sentido
de tolerancia ni auxilio a estas personas. Por otra parte, me agradó enterarme
de que muchas personas han entablado conversaciones con habitantes de la calle
y que han donado cosas a los mismos, pues considero que es una forma de
inclusión social. Sin embargo, me llamó mucho la atención que varias personas
están de acuerdo con la “limpieza social”, pues considero que es una práctica
terrible que va en contra de los derechos humanos y de los mismos fundamentos
que rigen el origen y sentido de un Estado; esto impide que se reconozca a los habitantes
de la calle dentro de la sociedad, mostrándoles
uno de los peores males: la indiferencia.
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