sábado, 26 de octubre de 2013

Reseña 2



¿ESTAREMOS ENFERMOS?

Esta última semana fue difícil, ya que debía recordar todos los conceptos, definiciones y términos que los profesores iban a preguntar en los parciales y, constantemente mientras estudiaba, me cuestioné acerca de mi capacidad para memorizar a corto y largo plazo, pues había escuchado varias veces que los seres humanos utilizamos solo un 10% de nuestras habilidades mentales y, dentro de este porcentaje, se encuentra el poder memorizar y almacenar recuerdos. Conociendo este dato, me puse a pensar acerca de las destrezas que tenemos los seres humanos y si es cierto que biológicamente somos semejantes a las máquinas por nuestra gran magnitud de inteligencia, ¿cómo es posible que solo utilicemos un 10% de todo nuestro bagaje intelectual? ¿Será que ni siquiera los seres humanos nos conocemos a nosotros mismos y tenemos más aptitudes de las que creemos? Creo que este es un misterio difícil de descifrar; sin embargo, es necesario que creemos conciencia acerca de lo que somos y de lo que podemos lograr a partir de nuestras limitaciones y ventajas, pues posiblemente lleguemos a desarrollar capacidades que nunca imaginamos.

Luego de haber culminado con los parciales, recibo los resultados de los mismos y, me doy cuenta, de que verdaderamente tengo aptitudes para memorizar y que, tal vez, si sea como una máquina que opera de forma eficiente y satisfactoria, pues “también el cerebro es, en parte al menos, una máquina lógica. Allí donde las computadoras utilizan relés (mecánicos, electromecánicos, o puramente eléctricos), el cerebro tiene neuronas”. (Gleick, 2011, p. 245)

Ahora comprendo la razón porqué se hacen analogías entre los seres humanos y las máquinas; esto es debido a que ambos somos sistemas complejos constituidos por determinados elementos. No obstante, lo que nos hace diferentes radica en que los seres humanos somos máquinas vivientes y las máquinas son artefactos; es decir, los seres humanos somos sistemas abiertos y las máquinas artefactos son sistemas cerrados. Nosotros, los sistemas abiertos, tenemos la posibilidad de nutrirnos y de material, energía e información del exterior para asimilarla e nuestro interior, mientras que los sistemas cerrados, al no tener una apertura al medio ambiente, no tienen flujo de energía e información. Por esta razón, “los sistemas vivientes, como sistemas cuya existencia y estructura dependen de una alimentación exterior, no solamente material-energética, sino también organizacional-informacional”. (Morin, 2011, p. 43)

Teniendo en cuenta las premisas anteriores, puedo deducir que uno de los factores más importantes de los que dependemos los seres humanos en la edad moderna es la información. ¿Cómo puedo definir la información? Pareciera algo intangible, algo fuera de todas los objetos materiales, pues bien, la información se compone de ideas; estas ideas forman el mundo entero, “tienen la capacidad de transformar el mundo, reescribir todas las reglas y navegar en la mente de las personas”. (Nolan, 2010)

Nunca antes había creado conciencia acerca del impacto que tienen las ideas y, sin embargo, siempre había estado influenciada por los comentarios que redundaban a mi alrededor, tales como: si pasas debajo de una escalera, ves un gato negro o rompes un espejo tendrás siete años de mala suerte; si no difundes esta cadena un familiar tuyo va a fallecer esta noche; si pasas esta cadena y respondes las siguientes preguntas el amor de tu vida te hablará mañana; si sigues esta rutina y comes jugo de piña con atún todos los días podrás tener una figura esbelta, entre otros. Todas esas falsas promesas y amenazas se regaban rápida e inútilmente a través de mi: su portadora, he sido un vehículo que hace posible la propagación de estas ideas, pero ¿verdaderamente son ideas? Son memes: “unidades complejas, distintas y significativas, son unidades con capacidad de resistencia”. (Gleick, 2011, p. 318)

Finalmente, he llegado a la conclusión que estuve enferma por mucho tiempo y que, posiblemente, aún siga enferma, pues jamás pensé que una idea pudiera infectar y penetrar mi cerebro de forma tal, que fuera capaz de guiar mis emociones y formas de actuar. Tantas veces que me fie de los consejos que en la red se mostraban como la solución más viable, cuando eran simplemente organismos que brincaban de un cerebro a otro inyectándose como un parásito o un virus. Solo queda preguntarnos si seremos capaces de sobreponernos a esta enfermedad y definir “¿quién manda, según esta visión, nosotros o nuestros memes?”. (Gleick D. d., 2011, p. 322)

Bibliografía

Gleick, J. (2011). La información. En J. Gleick, La información. Madrid, Barcelona, España: Crítica.
Morin, E. (2011). Introducción al pensamiento complejo. En E. Morin, Introducción al pensamiento complejo (M. Pakman, Trad., pág. 43). Madrid, Barcelona, España: Gedisa.
Nolan, C. (Escritor), & Nolan, C. (Dirección). (2010). El origen [Película]. Estados Unidos.



  

viernes, 25 de octubre de 2013

Reseña 1




¿LOS INVENTOS DE LA HUMANIDAD, UN RETROCESO O UN AVANCE?


Nunca antes me había detenido a preguntarme: ¿En qué momento las nuevas tecnologías marcaron un hito en la historia? ¿Cuándo cambiaron nuestros hábitos y formas de percibir la realidad? Supongo que para mi es difícil entender esta revolución siendo que nací en ella. Sin embargo, me parece interesante descubrir las transformaciones y desarrollos que se han venido dando a lo largo de la historia de la humanidad, pues no creo que en el medioevo alguien se fuera a imaginar que muchos siglos después iba a haber una máquina que leyera por ellos ni que hubiera dispositivos para ubicarnos en cualquier espacio y tiempo. No obstante, aunque todos estos avances parecieran tener repercusiones positivas, también tienen incidencias negativas.

Una de las consecuencias negativas que se han venido dando por las tecnologías, es la amnesia histórica; esta se caracteriza por olvidar sucesos que acontecieron mucho tiempo atrás y, en cambio, recordar hechos que ocurrieron hace poco. Además, se olvida lo que se considera importante.

Por otra parte, Elizabeth Eisenstein, licenciada de la Universidad de Harvard, sostiene, ante esta coyuntura, que “el pasado no está desapareciendo de nuestra vista, sino todo lo contrario, se vuelve más accesible y más visible” (Gleick, 2011), lo que ella intenta expresar, es que hoy en día hay sobrecarga y exceso de información, tanto del pasado como del presente; por esta razón, perdemos los objetivos de búsqueda y no seleccionamos lo significativo.

Así mismo, James Gleick nos hace darnos cuenta de que el exceso de información conlleva una serie de problemáticas. Nuestra falta de concentración, cansancio mental, pérdida de la memoria, dificultad para comprender textos sólidos de manera rápida, son consecuencias del “diluvio” de información a la que podemos acceder por medio de las nuevas tecnologías. El concepto “diluvio” es una metáfora que se refiere a la abundancia de información, que a su vez nos hace sentir en un estado de “ahogo”, pues esta se relaciona con una ola gigante que se incrementa cada vez más a tal punto que nos cubre por completo. Es importante que seamos conscientes de esta realidad, de forma que podamos llegar a ser selectivos a la hora de recolectar datos para no perder nuestro norte y así tener una búsqueda satisfactoria, dado que entre más información no necesariamente hay más conocimiento ni beneficio intelectual, por el contrario, puede resultar en ignorancia, pues “el conocimiento de algo no garantiza nuestra iluminación ni nuestra sabiduría”. (Gleick, 2011) Teniendo en cuenta lo anterior, me doy cuenta de que es necesario usar una serie de estrategias para saber navegar en la red; entre estas estrategias se encuentra la capacidad para filtrar y buscar información. Dichas selecciones plantean “cuestiones relacionadas con la fiabilidad y el criterio”. (Gleick, 2011)

Hubo algo en especial que me hizo preguntarme ¿cuál será mi futuro como comunicadora social dentro los factores de la globalización y la convergencia digital? Pues bien, ese algo fue la incertidumbre que genera la incursión de las tecnologías en los oficios tradicionales que se desarrollan en esta profesión, tales como la radio, la televisión, el periódico, entre otros. También, James Gleick pone el ejemplo que las redes electrónicas podrían acabar con la economía que se da en torno a la edición de obras poéticas, dado que ahora cualquier producto puede ser difundido por redes. Ante las premisas dadas anteriormente, mi único consuelo es que puede que se acabe el medio pero no la mediación; es decir, puede que el artefacto como tal, sea periódico, radio o televisión, puede desaparecer, pero su transmisión y objetivo inicial va a perdurar siempre. Considero que los comunicadores sociales del siglo XXI tenemos un reto muy grande; este reto consiste en saber adaptarnos a las condiciones que se nos están presentando en estos momentos, en las que cualquier persona puede manipular la información, actuar como “prosumidor” (productor y consumidor), subir información banal y ofensiva, usar las tecnologías para mal, entre otras. Nuestra misión es actuar con responsabilidad y hacer que este “mundo infernal” de intolerancia anónima, mensajes difamatorios y malos valores, se acabe y de paso a un uso de las tecnologías en pro del bien común.

Finalmente, teniendo en cuenta las tesis de Marshall Mcluhan, que describen los inventos del hombre como extensiones de su propio cuerpo y considerando que el internet sería una extensión de nuestro cerebro, podríamos usarlo para el desarrollo de nuestras naciones y de los individuos, no para un retroceso en la humanidad. Hagamos que los inventos del hombre sean para su beneficio y no para su destrucción.


Bibliografía

Gleick, J. (2011). La información. En J. Gleick, & D. Frank (Ed.), La información (J. Rabasseda, Trad., pág. 435). Barcelona, Cataluña, España: Crítica.

martes, 22 de octubre de 2013

Semana 14


Una cultura revolucionaria

Desde la llegada del internet, han surgido diferentes formas de comunicación, adquisición del conocimiento, prácticas de vivir, entre otros. En general, el internet creó una nueva cultura, en la que se han transformado las formas de pensar y actuar. Una de estas formas revolucionarias ha sido la creación de los hipertextos.

El hipertexto, en su definición más sencilla, es un sistema que proporciona, en un texto de formato digital, diferentes enlaces que tienen contenido relacionado al documento sobre el cual se está trabajando, de modo que se pueda ampliar y complementar la información y el conocimiento del tema de búsqueda. Así mismo, se define como una estructura digital que agrupa diferentes lexías, vinculadas entre sí.

No obstante, hay que tener claridad sobre las consecuencias o características que tiene un hipertexto, ya que estas pueden ser benéficas o perjudiciales para los procesos de investigación que estemos llevando a cabo.

Unas de las ventajas del hipertexto es que permite establecer relaciones intertextuales, adquirir información adicional que no se estaba buscando, pero que puede servir como complemento para mi fácil comprensión, ya que facilita los procesos de aprendizaje al proveer contenidos relacionados con otros campos y ciencias de estudio. Además, se ajusta a las exigencias del mundo moderno, al poseer características como la sencillez, ubicuidad, instantaneidad, holística, minimalismo, entre otras. Así mismo, el factor que sea una herramienta gratuita, permite más cobertura en cuanto a la inclusión de la población.

Sin embargo, este mecanismo, ha afectado nuestras formas de aprehensión del conocimiento y de concentración, pues de cierto modo nos ha vuelto perezosos y desconcentrados; esto se debe a que obtenemos la información sin mayor esfuerzo y de forma más sencilla. Además, el hecho que haya hipervínculos, genera que nos desviemos del objeto de búsqueda y nos distraigamos con temas relacionados.

miércoles, 16 de octubre de 2013

Semana 13



HAY UNA FORMA DE LEER LA MENTE, NO SOLO LOS SÚPER HÉROES PUEDEN HACERLO

Hay gente que se siente intimidada cuando conoce a alguien que tenga la profesión de psicólogo, yo era una de esas personas hasta que aprendí a vivir por 18 años con papá y mamá psicólogos; ante esta situación surgía siempre la pregunta: ¿Cómo haces? La verdad es que me fascina poder ser hija de psicólogos, porque es increíble lo que uno puede llegar a aprender con ellos, pues desde pequeña me vienen diciendo que toda acción refleja algo, el más mínimo gesto o una mirada muy sutil, pueden llegar a mostrar lo que una persona está sintiendo o pensando. La verdad es que el cuerpo es la herramienta de la mente. En mi caso, he aprendido a analizar la personalidad de las personas con algunos rasgos que expresan; por ejemplo, la mirada, las formas de hablar, las formas de manejar el cuerpo y el rostro, las formas de comer y hasta de doblar la servilleta. Lo único que nunca aprendí fue a conocer una parte de las personas desde su escritura, digo una parte porque no soy grafóloga, pero creo que si me dedicara a eso sería muy buena.

Con el conocimiento adquirido en clase acerca de la grafología, no he vuelto a “mirar” la escritura de la misma forma, me he vuelto mucho más observadora con respecto a la forma como escribo y como escriben los demás. Hay algunos escépticos que no creen en este tipo de cosas, pero la verdad es que esto no es brujería ni una forma vaga de explicar el comportamiento de las personas, sino que se da por medio de explicaciones científicas, con búsquedas y análisis profundos. La grafología, según la Real Academia Española, “es el arte que pretende averiguar, por las particularidades de la letra, cualidades psicológicas de quien la escribe”. También, un gran filósofo dio su concepto sobre este arte, así es, Aristóteles dijo que la escritura es el reflejo de nuestra actividad cerebral.

La siguiente información está basada en el video Las personas capacitadas para hacer este oficio, deben tener una enorme capacidad de análisis e investigación, pues hay quienes dicen que los grafo psicólogos son videntes científicos. Como dije anteriormente, este oficio no se basa en teorías que involucran la alineación de los planetas o estrellas, este trabajo lleva semanas de estudio e investigación para poder hacer un esquema de la personalidad y el estado de animo actual de un individuo. La grafología es una solida ciencia capaz de bucear en lo más profundo de nuestra conciencia.

Sin embargo, no debemos desanimarnos, el hecho que seamos Comunicadores Sociales no quiere decir que no podamos aprender esta ciencia, al contrario y con más veras, sería bueno que la aprendiéramos, pues esto nos podría ser muy útil en nuestras investigaciones para desmentir y velar siempre para que se diga la verdad. Incluso, si llegamos a tener una empresa, nos serviría para analizar los rasgos de la letra en los currículos de los aspirantes para ver si corresponden al perfil que estamos buscando para el trabajo.

Además, puede ser útil para saber con quién meterse a la hora de entablar una relación, pues podrás saber si esa persona es un asesino o un  mentiroso deshonesto. Aquí expongo algunos de los nombres de grafólogos que han estudiando la escritura de unos de los más peligrosos hombres que han pisado el planeta tierra: Carlos Rodríguez y Carla Tahoces; estos personajes han analizado el caso de Zodiac, Tony King, Charles Manson, entre otros. De esta investigación se sacaron varias conclusiones, teniendo en cuenta los patrones que seguía la escritura de los asesinos. Se dijo que cuando los renglones no tienen un orden, significa que la persona no tiene estabilidad emocional y sufre de bipolaridad, que cuando se pasa de un renglón a otro de forma rápida, dejando espacios en blanco (pasillos, mordiscos), simboliza que la persona tiene ansiedad. Finalmente, que en el cuerpo de las palabras, cuando el pie es desmesurado, quiere decir que se tiende a buscar satisfacción en lo material, los instintos y los placeres.

Concluyo diciendo que nuestro cuerpo es nuestro instrumento y hay que hacer uso de él como queremos ser percibidos. La cara no es la única forma de expresión, pues una acción dice más que mil palabras.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Semana 12


Prepárate para lo inesperado

Creo que todos alguna vez hemos tenido crisis con respecto a nuestra carrera, haciéndonos preguntas como: ¿esto para qué sirve? ¿esto si me dará plata para vivir? ¿esto es lo que me gusta? ¿soy bueno en lo que hago? ¿estoy en el programa correcto? ¿cómo sé si esta carrera es la correcta? ¿en qué puedo trabajar? ¿cómo puedo ayudar a los demás con lo que hago?

Bueno, estas entre muchas otras preguntas han surgido alguna vez en nuestra cabeza sin respuesta alguna, pues solamente el tiempo nos guiará por el camino correcto indicándonos para qué vinimos a este mundo. Esta bien tener estas dudas, eso quiere decir que nos queremos conocer más a nosotros mismos para alcanzar la felicidad. Lo que no está bien es apresurarse a los hechos para querer contestarnos todo de una vez; ante esto debemos tener serenidad y tener la certeza que todo tiene espacios y momentos indicados. Cada semestre que va pasando nos va vislumbrando el horizonte, la rama por la que nos vamos a ir, pero todo a un debido tiempo. Soy de esas personas que se desespera por saber todo de una vez, pero he ido aprendiendo que aquel que sabe no es el que tiene mucha información ni datos, sino el que sabe aplicarlos en su vida, para su bien y el de los demás.

Hace poco tiempo, estaba cansada de que en todas las materias tuviera que ver solo teorías, pero con el tiempo me dado cuenta de que para aprender primero es necesario comprender el por qué de las cosas para luego ponerlas en práctica. En este oficio muchas cosas se aprenden sobre la marcha con la práctica, pero no podríamos llegar a eso si antes no tenemos un por qué y un para qué se hacen las cosas. En este semestre, he descubierto algunas de mis debilidades y habilidades; entre estas, sin duda está el aprender a condensar, sintetizar, agrupar y simplificar información, desechando lo que no me sirve. Considero que una de las tareas más difíciles de un Comunicador Social es aprender a saber qué contarle a las personas, pues de un 100% de las cosas que entran en tu mente, la mitad puede que sea basura, pero lógicamente no podrás contar basura. 

Teniendo en cuenta el último taller realizado en clase, puedo decir que me resultó difícil adquirir esa capacidad de condensar mares de información en hechos concretos, que seguramente tendremos que afrontar en la vida real. Esto me puso a pensar que, en un futuro, tendremos que saber seleccionar información de todo el conocimiento adquirido en la academia para poder solucionar los problemas. No más de analizar esta situación futura, sentí angustia al preguntarme si yo estaba lista para salir a la boca del lobo, pero luego pensé que todavía faltan algunos años y que no estoy sola en esto, pues todos mis compañeros de ahora serán el equipo de trabajo del mañana, y ellos estarán ahí para ayudarme, compartirme conocimiento e intercambiar ideas; este proceso sería la teoría puesta en práctica de: la inteligencia colectiva. 

Finalmente, solo me queda decir: no te preocupes, todo va a estar bien. Cógelo con calma, sé juicioso, ten voluntad y prepárate para lo inesperado.

domingo, 6 de octubre de 2013

Semana 11



¿Para qué quieres más, si con eso tampoco vas a ser feliz?

Es fácil fantasear con los avances que se podrán ir dando en las generaciones siguientes, pues el Internet que tenemos hoy en día nos ha hecho más exigentes. Pensamos en tele transportarnos, en comunicarnos por hologramas, en que haya un sistema de búsqueda que nos simplifique la vida aún más, ya que ¿si el internet no es para facilitarnos las cosas, entonces para qué es? Esto trae sus ventajas y desventajas, pues no está bien que pasemos la vida entera esperando algo mejor cada vez porque entonces nunca vamos a estar satisfechos con lo que tenemos; por esta razón es que se dice que los seres humanos somos inconformes por naturaleza. Por otra parte, temo que llegue el día en que no seamos capaces de hacer nada porque nos da pereza hacer cualquier cosa. Sin embargo, me da alegría pensar que muchos de los sueños de los hombres se han cumplido, pues ¿quién iba a pensar que los hombres podrían volar como las aves? o compartir el mar con los tiburones?

No sabemos qué nos deparará en el futuro o en la web 4.0, de lo único que tenemos certeza es de lo que ya pasó y de lo que está pasando. ¿Podemos anticiparnos a algo? ¿Podemos cambiar algo? Considero que nuestra misión como comunicadores sociales es saber ser buenos administradores de información, preparándonos día a día en la academia y poniendo los conocimientos en práctica. Tenemos la ventaja de tener muchas herramientas para construirnos como profesionales y personas de bien, haciendo uso de la inteligencia colectiva para socializar nuestros pensamientos e ideas, de modo que haya interacción social para edificar un mundo mejor.




La pregunta ahora es: ¿Habrá un punto en que la tecnología ya no de más y que no sea capaz de satisfacer las mismas necesidades que creó? ¿Hasta qué punto puede llegar la tecnología? "Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo solo tendrá una generación de idiotas” Albert Einstein.